Centro de Creación Textil.
<Los primeros tejidos prehispánicos datan de hace 8,000años a.C., y se originan como cobertores confeccionados a partir de fibras vegetales como el junco, totora o agave y fueron utilizados para cubrir las precarias viviendas construidas por las sociedades cazadoras-recolectoras de esos tiempos. Posteriormente con la domesticación de camélidos, algodón y la aparición del telar, aproximadamente 3,000 años a.C., los tejidos adquieren una connotación superior a las necesidades domésticas, siendo portadoras de connotaciones religiosas y suntuarias, alcanzando su máximo esplendor durante la época Inca donde se les consideró uno de los elementos de tributo de mayor valor.>
Textiles Andinos Prehispánicos, Choqque Arce, Adan. Arqueología. Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco, Perú. 2009.

< (…) Lo anterior es puesto a prueba ante la eminente transformación socio-cultural producto del nuevo escenario contemporáneo en la Era de la Globalización, y cuyas influencias se vislumbran ya desde los albores del siglo XX, durante la era Industrial, lo que hace pensar que su condición marginal matizó en buena parte el impacto de influencias externas, permitiendo así la caracterización de un pueblo que conserva intrínsecamente sus raíces originarias>>.
Artesanía Tradicional Chilota- Textiles Ornamentales, Patricia Jiménez, Marcia Mancilla, año desconocido.

Una parte importante de mis años los he dedicado al Centro de Creación Textil, lo que partió como otra de mis inquietudes artísticas. En 2008, participé de una capacitación patrocinada por el Estado (SENCE) en la cual me introduje en el proceso de la lana, cómo hilar, cómo teñir, cómo tejer en el telar, fue ahí donde conocí a mujeres que desarrollaban algunos de estos oficios artesanales. Cada vez me fui sorprendiendo e involucrando más en el mundo de la lana y de las tejenderas.
Mi mayor sorpresa fue darme cuenta que en Chiloé existe una antigua tradición textil relacionada al telar que las tejenderas llaman Quelgo, pero que este telar y su dimensión estética se encontraba muy escondida, las frazadas bordadas que emergían de este telar, permanecían aún en las camas de antiguas casas en sectores rurales, ocultas a la vista del común de las personas, las tejenderas estaban muy ancianas y casi ya no hilaban ni tejían en sus Quelgos, y el surtido de técnicas de este telar ya se estaban olvidado, entonces me di a la tarea de recopilar información bibliografía y relatos de ancianas, observé piezas de los museos de Chonchi y Ancud, entonces me acerqué al Centro Cultural de Castro para ofrecer un taller donde enseñaría lo recopilado. Fui aceptado y establecí mi taller ahí donde trabajé hasta 2018, enseñando a incontables personas las técnicas de tejido en telar Quelgo y otras que aprendí en la U. de Chile y con la maestra mapuche Eugenia Calquin.
Tuve muchas satisfacciones en la enseñanza de los textiles, pues recorrí casi toda la isla enseñando a comunidades y aprendiendo de ellas. Muchas de las mujeres que pasaron por mi taller se convirtieron en excelentes artesanas, grandes amigas y una de mi alumnas su convirtió en mi pareja durante cuatro años. Finalmente, cuando el auge de los talleres había decaído, me decidí a escribir el libro “Quelgo, el telar de Chiloé” donde puse toda mi experiencia y recopilaciones de diez años de trayectoria entre los textiles de la isla y sus cultoras, libro que publiqué el 18 de Octubre de 2019, ¿Cómo olvidar lo que pasó ese día en Chile?, creo que lo dejaré para otro posteo.

Todo el trabajo que desarrollo en lana lo muestro a través de mi página de Facebook www.fcebook/quelgocentrodecreaciontextil.com Elaboro fajas, alfombras, tapices murales, piezas de fieltro, crochet, a de más de los talleres en distintos lugares y en mi casa. El Centro de Creación Textil va en mi mochila a donde yo vaya, aunque tengo planes a futuro de establecerlo en mi casa, como un espacio de experimentación artística y elaboración de piezas textiles con identidad y calidad, donde puedan venir y alojarse y hacer jornadas de trabajo artesanas textiles de todo el mundo.
Amo los textiles y creo que siempre estarán conmigo en el vestir, en el hacer de mi hogar un lugar acogedor, en algún lugar de mis pensamientos guiándome con sus simbolismos y en el apaciguamiento de mi mente al momento de tejer como un mantra.