Desde Terao, Chonchi
“Te dejas llevar por la intuición. Y las ideas que vienen, y si no las entiendes de inmediato, sólo piensa en ellas mientras se reúnen, y algo emocionante para ti puede venir. Estarás emocionado por ello y lo lograrás. No te preocupes por lo que vendrá en términos de dinero o fama o cualquier cosa, sólo te enamorarás de las ideas y de lo que vino”.
David Lynch, 2020.
En las noches me siento con una copa de vino a dibujar o esribir, siempre ocupo el mismo lugar de la mesa, es justo el centro de la casa. Es el momento en el que apunto la mayoría de la ideas del día, las ideas están formadas por pensamientos, como los peces de ese río que pasa en nuestra mente mientras hacemos otras tareas. El día comienza con una taza de té, después de alimentar a los gatos (María Callas, Peludito, Coral y Gabriel), miro algunos youtubers de ciencia, misterio, arte y moda, o leo noticias de contingencia, el primer té de la mañana va acompañado de algún tejido —Estoy aprendiendo a usar los palillos—. Los días de frío prendo una estufa a parafina, me niego a usar leña y colaborar en quemar el bosque. La casa está temperada y me avoco a la tarea principal: Me encuentro trabajando en una serie de esculturas mitológicas patrocinadas por FONDART 2020. Sincerándome, ganar este fondo me salvó el año, pues tengo trabajo, materiales suficientes y honorarios, que aunque, precarios alcanzan para comer y pagar las cuentas, si no, con la situación del país y sumada la pandemia, tendría que haber vuelto a vivir con mi mamá. Es difícil ser artista, aunque seas bueno, también necesitas mucha suerte. Este año tuve suerte, el próximo, no sé.

En este relato no hay una idea central, sólo quería contarte que ahora tengo esta página web que funcionará como mi propia galería, aquí con la ayuda de mi amigo, mánager y agente personal Javier Hernández, iremos subiendo mis trabajos, exposiciones y otras actualizaciones de Arte y Cultura.
¡Ah, sí!, siento cierto pudor cuando algo se centra en mi persona, pero creo que lo que expongo aquí está más allá de mi propio yo, (aquí debería ir un sticker sonrojado), es una reflexión relacionada a completar la Obra de Arte, me explico: Pienso que, cuando alguien elige seguir el camino de la creación, la mayor parte del tiempo se está solo con sus pensamientos, materiales, herramientas e instrumentos, las reflexiones y la experimentación nos guían a crear (bueno, y un poco de inspiración), a veces o casi siempre, uno se enamora de lo que logra, se siente sorprendido y hasta aquí, soy de la idea de que cualquier persona puede ser un creador, pero luego hay otro paso que es mostrar, comunicar una idea, exponer el trabajo… siento que lo más bello es el proceso, la experiencia, la reflexión y la emoción en el taller, pero en esa soledad nace una Obra y para que sea Arte, debe ser expuesta a otros, creo que un artista ofrece nuevos mundos invitando a experiencias sensitivas, sea un libro, una melodía, un tejido, una escultura o una performance, es ahí cuando la Obra se convierte en Arte.
En Chiloé son muy pocos, o más bien inexistentes los espacios donde exhibir Arte de forma permanente y adecuada a lo que las Obras necesitan, por tanto, creo que una forma de acercar la creación a las personas en cualquier momento y en cualquier lugar —guardando las proporciones de lo que significa estar frente a una Obra de Arte—, es justamente una plataforma virtual.
Creo que ya me extendí mucho en este posteo. Canta la lechuza casi afuera de mi ventana. He pensado durante el día en otros creadores con los que quisiera colaborar en la creación, pienso en los jóvenes que manejan las redes mejor que yo y pienso en las nuevas aplicaciones que inundan de imágenes y videos mi celular a cada minuto. Es vertiginoso el cambio en la apreciación de lo estético y me cuestiono mi forma de trabajo y sus resultados. Aquí quedan expuestos, no solo ellos, sino, también mis pensamientos, ahora juzgue usted.
