Manzanas de Invierno, frutos del desamor
Exposición "Manzanas de Invierno, frutos del desamor";
Serie de pinturas en técnica mixta en pequeño formato.
Lugar: Galería de Arte Modulor, Castro Chiloé.
Año: 2010.
1. Manzanofilia:
En la cultura occidental, las manzanas han jugado un importante papel, del cual se tienen muchos antecedentes a través de la historia; para comenzar, se dice que, hubo una prohibida y habitada por el pecado, y que por la curiosidad, por probar el zumo orgásmico de su misterio, ahora debemos sufrir y sentirnos desesperanzados, por caer en su dulce tentación, sin embargo, ésta, es sólo una ficción que habla del placer de la libertad y del conocimiento. Luego, otra famosa manzana, es aquella que golpeó a Sir Isaac Newton, cuando este holgazaneaba a la sombra de un manzano, y que ya sabemos de sus consecuencias. Está también aquella manzana que hacía sentir una tremenda ansiedad, en circos y espectáculos de magia, cuando se colocaba sobre la cabeza de una joven y bella mujer, para que, luego, un mago heroico, la partiera en dos con la punta de su flecha…muchas manzanas pintó René Magritte para romper el lenguaje y transformar así la realidad de un mundo destruido por dos guerras. Por ultimo, ¿quién no ha dado una vuelta a la manzana? o ¿cuántos de ustedes conocen alguna manzana de la discordia?, si no la conocen, aquí les dejo algunas:
“Manzanas de Invierno, frutos del desamor”, habla de lo cotidiano en Chiloé, no precisamente del amanecer que convierte el espejo de mar en un retrato del cielo, y mucho menos, estas manzanas, hablan del paso del tiempo detrás de una cocina a leña con maté y pan recién hecho, o de una faena, - maja en este caso - en que la gente bebe y canta feliz, después de una agotadora jornada de trabajo. Sino que, el sabor de estos frutos, madura y se pudre al otro lado de una bella postal. Son por tanto, estas manzanas, la violencia en el tradicional Chiloé, donde habitan hombres entregados al alcohol, que luego genera abandono, y brutalidades… que se tapan de quilinejas y entonces se originan mitos como el del Trauko, así, la vergüenza se convierte en rico folcklore. En esta Isla Mágica hombres y mujeres se entregan al maltrato, acostumbrándose a ser dirigidos por el poder de la religiosidad y el poder de un sueldo miserable, en esta cotidianidad, los abusos proliferan como seres descomponedores, no de manzanas, sino que de una sociedad que acepta y entrega su tiempo, su felicidad y su identidad a la falsedad del progreso, a los grandes avisos de la modernidad, anclados entre verdes paisajes. ¡Cuántas manzanas suicidas existen en Chiloé!, cuántas más consumidas en vicios o depresión, cuántas otras que no viven ni sus ideales ni disfrutan su sexualidad. Así, se pudren bellas manzanas todos los días…Pero hay manzanas que alcanzan a madurar.
En fin, las manzanas se parecen a la vida -¿o la vida a una manzana?-, van alcanzando su forma última, pasan por diferentes experiencias y múltiples tonalidades, hasta alcanzar el rojo color de la madurez, para luego caer a la tierra, confundirse en la hojarasca y volver a nacer, simples, coloridas y efímeras. Y eso es todo cuánto conozco y todo cuánto sé acerca de las manzanas.
3. Turgencia:
Esta serie de pinturas fueron hechas en la época en que empecé a fascinarme por lo feo… es decir por lo dionisiaco, exacerbado e incluso grotesco — la otra cara de la belleza—, conocí a quienes serían mis referentes de aquel periodo como los Accionistas Vieneses, Joseph Beuys, Francis Bacon, Bukowsky, Serge Gainsbour, el Marqués de Sade, entre otros, quienes me mostraron con sus obras que el camino de la creación también se recorre con las vísceras al aire, que también uno mismo está sujeto a experimentar otras sensibilidades en el mismo proceso de creación… el Arte permite y abarca todo, es sucio, es polémico, es una piedra lanzada a lo establecido, es rebeldía, es un atentado a quedarse dormido en la comodidad y decir “yo soy así y no puedo cambiar”. Expandirse en nuevas formas de comunicar con Arte es crecer y transformarse.
Hace algunos años atrás había visitado la exposición de Salvador Dalí en Santiago (mientras lo escribo lo rememoro: cada pieza era una verdadera joya), una de las cosas que más sentido me hizo fue el desarrollo temático en series de dibujos y técnicas, como Pantagruel, la Tauromaquia y muchas más que se exhibieron ahí durante ese año. Posteriormente, ya no recuerdo como, conocí la música de Serge Gainsbourg y me flechó su especial manera de tratar cada uno de sus álbumes a lo largo de los años. Ambos maestros expandieron mi mente y vi que cada exposición mía debía ser una serie, un álbum diferente en temática, contenido, técnica, materias y formas de trabajo. Hasta hoy es bello imaginar la amplitud de posibilidades que se abren cada vez que voy a empezar algo nuevo. Desde ahí, comencé un plan de obras que iniciaron con estas “Manzanas de Invierno”.
Agarré el material que tenía, unos bastidores reutilizados, los restos de pintura y las ideas que me daban vuelta hasta la náusea y con estas pinturas grité al desamor, encaré a la hipocresía y a la doble moral del lugar donde vivo.

3. Manzanas
Somos manzanas detenidas en la memoria de un Lord
Manzanas con un gran apellido que esperan ser mordidas
Primas hermanas de las otras
Manzanas olvidadas
Manzanas que van por tuberías con amor propio mortificado
Casadas en segundas nupcias o concubinas del transgénico
Somos amigas de la víbora y de la tentación
Manzanas del mal
Manzanas que dan jugo con tres vasos de ron-cola
Manzanas podridas que son excusas de una mano derecha
Medias manzanas que no son medias naranjas
Manzanas que gimen a través de las cerraduras por su mala fama
Manzanas dulces, manzanas agrias, manzanas de greda, manzanas de plástico,
Manzanas de cera
Manzanas rojas, manzanas verdes, manzanas amarillas
Somos manzanas hechas y deshechas
Un honorable gateaux de manzana
Humildes empanadas de manzana
Puré de manzanas para hombres pequeños
Manzanas de cristal y azufre
Manzanas de oro y piedra
Manzanas que cuelgan y manzanas que caen
Manzanas que reposan en paz a los pies de un manzano
Somos manzanas que encierran la humedad de una lágrima
Y manzanas con el desierto oculto
Bellas por fuera y con gusano dentro
Feas por fuera y con el cielo dentro
Hay manzanas del árbol de judas en todos los campos
Manzanas que fallecen a los tres días de nacidas
Somos Chicha de manzanas para la piedad
Y
Somos nutridas
Y somos escasas
Y somos pedazos
Pintados por Jreco de tristes manzanas…
Micaela Martínez Llorente, poeta argentina y entrañable amiga.
(Escrito con ocasión de la exposición “Manzanas de Invierno, frutos del desamor”)